¿CÓMO SABERLO?

Era tarde, casi de noche y por las sombras,

te encontré de nuevo en tus huídas.
Corrías a esconderte de temores,
acercándote de nuevo a mis tristezas .
Se enciendieron los crepúsculos,
cobraste vida en mi alma,
y esperanza en mi corazón.

A mi jardín volvieron
con precipitada calma tus colores.
Instalado al instar de tus pasiones,
henchido el corazón de primaveras,
renació en mí, un amor nuevo,
un prisionero amor de poeta.

Vi tus llantos, tus fracasos y mis recuerdos
y embarquéme en tu aventura
mi hermosa prisionera,
sin saber si eran pétalos o espinas
las rosas que ofrecías,
sin saber si era veneno tu copa.
No quise saber, ni de nadie, ni de nada
confié en mi estrella solitaria,
y me uní ciego, a tus temores.

Razones tenía tu tristeza,
con insolencia macabra y con violencia.
un nuevo amor ensombrecía tu inocencia
Sin embargo, no hubo auroras a crepúsculos ardidos.

La fantasía de tales sueños,
no fue que humo de luz en mis heridas.
Ya más tarde, años irán desde entonces
arrastrarás para siempre esa cadena.
No te culpo, no es tu culpa no creer en lo sincero
¡Vaya Dios!, cuando sepas en tu vida,
la pureza del amor que hiciste pena.