ENTRE DOS

Hubo tiempo de pensar
pero ninguno cedió,
ahora nos damos cuenta
de cual era nuestro error,
el orgullo fue a andar
y más todo lo perdió,
por no querer aceptar
que lo nuestro no era amor.

Nos cogimos de las manos
nos miramos sin hablar,
nos dimos un buen abrazo
por nuestra gran amistad,
caminamos en silencio
comentando la verdad,
de que a veces el orgullo
se tendría que guardar.

Te mostré que los amigos
no se deben abandonar,
pues forman ese complejo
que no te puede faltar,
aunque a veces fallen ellos
por no pararse a pensar,
que todo no es un jolgorio
que debemos madurar.

Que la juventud no dura
los años irán pasando,
entonces te darás cuenta
de lo que atrás has dejado,
esbozando una sonrisa
reviviendo aquel pasado
recordando con nostalgia
y lagrimas en la mano.

Carmen Gutiérrez Tamayo (poema 199 y...)