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¿Por qué no puedo escribir tu nombre en afgano?
¿Por que no obtengo la raíz de tu cuadrada cabeza?
¿Por que el cubo es impar?
¿Y el silencio unitario?
¿Por que te haces uno entre nadie?

Entre tanto
Aun sé usar el martillo
Atornillar la sombra al suelo
Envolverme en la niebla del tabaco.
Entre tanto aun sé suicidarme de día
Enterrarme solito
Mientras mi madre me pare en las noches
Entre tanto aun se usar la tabla del uno
La tabla del miércoles
Y por qué no
Las tablas de la cama

Entre tanto
Aun sé llorar
Aunque en realidad desconozca su pragmática
Aun sé levantarme
Aunque en realidad desconozca su usufructo.

¿Para qué sirve el afgano?
¿Dónde tienen las raíces los cuadrados?
¿Cómo llegar a la segunda potencia?
Cuando aún no reconozco la primera

Para que llorar
Si nos bastan cocodrilos
Que a titulo gratuito
Se embarcan a andamiar el simulacro
Que desboquen una onza de tus ojos.