RECONCILIACIONES

Me fui donde las olas son reinas por siempre y sin permisos ,volviéndome irreverente me senté a escuchar sus compañías, cientos de estrellas vivían sus intermitencias entre los pastos negros ,una lagrima escondida se sacó su antifaz , me besó los labios secos y este corazón pequeño y perdido, otra vez…se estrujó.
Tantas palabras mudas se hicieron presentes en los oídos de mi alma, melodías dulces que se volvieron dagas hundibles autómatas ,corrió una sangre transparente que se hizo ardor vivo en carne abierta y mi mano empapada de cien caídas de párpados se hizo pañuelo de dolor.
El viento insensible era feliz divirtiendo a las ondas, un horizonte escondido y cobarde se hacía uno con la oscuridad, hoy no habían de aquellas lunas cómplices a quien poder mirar y contarle todo, solo la arena fría era mi amiga silente que permitía entre sus poros … otra gota de sal.
Hundí estos pelos entre las piernas que se hicieron brazos ,apreté los dientes mordiendo angustias viles y lacerantes y en un minuto de segundos eternos, como un niño… me largué a llorar un entrevero de inentendibles vocablos que tenía esclavos y los empecé a liberar.
Supe que las horas se creyeron largas y se regodeaban con la tristeza ,odié sus alegrías , sus insensibilidades y sus segundos de pasos largos ,quise levantarme pero tu ausencia se volvía carga insostenible y otra vez caí, un puñetazo golpeó el aire de esencias lúgubres y nuevamente me derrumbé…nuevamente no pude mas.
Ahora recordaba tus caricias de ayer y tus mimos de para siempre, intenté con este manto de un ser hecho nada pedir perdones a una despedida que nunca supe y que tampoco se quiso anunciar, un adios que me dejó inservible ante la vida, que me dejó sin lo mejor.
Hasta que a la marea que como muerte me vino a tocar le dije basta y mis pies torcidos sin brújulas empezaron a marchar en zigzag, la noche siempre hombro de mis nostalgias me regaló una estrella fugaz y con pupilas casi ahogadas, seguí su rumbo y allí…allí estabas vos.
Una nada, un montón abultado de soledades tangibles , olías a tristeza inmensa que cortaba silencios reyes en una playa desierta, eras un total apretado montón de vacío, una masa insostenible de desilusiones, eras …también… otra alma como yo.
No me viste llegar, no escuchaste las huellas de mis depresiones, solo mi mano que sin emitir palabras le dijo a tu hombro…te entiendo, me siento igual que vos.
Me miraste, hiciste vivir una sonrisa, te pusiste de pie… y te me acercaste lentamente, con ese preámbulo que recordé cuando nos dimos el primer beso…despacito te acercaste a mis oídos quietos y les dijiste: perdón, no volverá a suceder .
Y olvidé a aquel viento insensible y sus olas juguetonas, a la marea que deberá seguir esperando, y me guardé las lagrimas vertidas de hace unos instantes, para no olvidarme lo que se siente cuando uno pierde lo mas valioso.
Nos dimos las manos y a una de las titilantes golondrinas de la noche me pareció verla enamorada dejar escapar una sonrisa y una lagrima, y nos fuimos dejando atrás al horizonte escondido entre la oscuridad, y nos marchamos prometiéndonos no sufrir mas, no hacernos mas daño, luchar con todas las fuerzas para que no vuelva a pasar, y nos fuimos nomás…aprendiendo uno del otro , que juntos nacimos para estar.
Esta noche que se va, nos vio a cada uno por separado llorar, supo cuanto nos queremos, ella sin decir nada nos regala esta luna llena ,haciéndose comunión con nuestro amor y medio de reojo le hace una guiñada al sol que levanta su manta y como creyendo que no los vemos, lo invita a hacer el amor…
...que bellos son los amaneceres con vos y que hermosas las reconciliaciones...¿sabías que te quiero mucho mucho muchooo?.
                                           El herrero