TU...MI PERTENENCIA

Encendido el incienso de las eternidades
nos acomodamos en el crepúsculo sublime de los vaivenes
contienes mis aires para hacerlos explotar cual suspiros
mientras mis parpados sumisos se cierran al deguste pleno del placer.
Te acomodas en todas mis convexidades dormidas
las despiertas con la crueldad de tus caricias hermosas
una nube de tactos y aromas me envuelve en éxtasis
que jamás nunca con otra mujer he logrado sentir.
Sumisamente te dejo ser navegante de mi barco antes perdido
balanceándolo casi rítmicamente y entonces reniego del ayer sin ti
una melodía embriagadora llena mis oídos con tu respiración
y sigo siendo manejable ante tus encantos que tanto me llenan.
Me abro a la luz y te observo impactante, preciosa…desnuda
paladeando a cada instante como si fuera el último
apiadándote de mi , regalándome sin restricciones el amor
haciéndome tuyo en mente y cuerpo y alma, haciéndonos uno.
Te estiras queriendo recibir lluvia candente de mis entrañas
cabalgas cual amazona libre y esclavizante de todo mi ser,
de este cuerpo que desea obstinadamente llenar cada poro en ti existente.
Tiras de mis cabellos enredados casi hasta arrancarlos
y caes rendida en mi pecho satisfecha, plena, sintiéndote desbordante
y muerdo la deliciosa carne de tus labios y te digo un “te amo”
con un último impulso ,por fin… los borbotones se escapan a tu concavidez.
Nos sabemos recíprocamente compartidos, compenetrados
solo nos queda esperar tomar fuerzas para volver a sentirnos locos
para aceptar que no habrá día sin noche en que no nos deseemos hacer el amor
para repetirnos que debemos recuperar todo el ayer perdido…
…¿empezamos otra vez?...mira que el reloj…está corriendo.
                                         El herrero