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Dejémonos caer...

Hubo entre todos
Una gran alocución de la membrana
Una claraboya de ira
Donde los etéreos sonidos demacrados
Se vestían de lince para alcanzar una caricia

Una caricia cualquiera
Una que tuviera nácar en sus pómulos
Revelación entre sus formas
Una caricia cualquiera que atañe hasta el más débil
Hasta el más precario a nuestro instinto

Una que se va con las manos que no vienen...

Hay que detener las huidas infundadas
Correr como si no hubiese alternativa
Correr sin los pies seguros
Confiados en la pierna que ordena un voto de estallar

Hay que detener los pasos que conducen al regreso...

Más nos quedan una que otra frustración
Los espejos del día que dilato
La fuerte pronunciación de mis fantasmas
Nos quedan una que otra melancolía

Hay demasiado ayer entre los ojos...

Sin embargo
Y con justificaciones malsanas que se abren hacia todo
Con las acciones mal puestas que se extienden hacia mí
Creo poder un poco
Desyerbar más historias sin actores
Y montar una parodia de tus huellas y mi tacto
De tus huellas y el vacío

Por lo demás…